Una de las fábricas OEM/ODM más reconocidas de la silla de oficina y la silla de escritorio en China
Dicen que todo el que compra una silla ergonómica acaba arrepintiéndose: algunos se arrepienten de haber malgastado el dinero, otros de no haberla comprado antes.
El auge de las sillas ergonómicas ha transformado los asientos de oficina, pasando de ser un mero accesorio de escritorio a una herramienta de productividad y a una forma en que los trabajadores demuestran autocuidado.
Pero el autocuidado tiene un precio muy alto.
En este mercado diseñado para oficinistas, "buena calidad" y "barato" son conceptos opuestos: encontrar una buena relación calidad-precio es difícil. Cualquier cosa por debajo de los 1000 USD no vale la pena, mientras que 1000 USD por silla no se considera caro. A diferencia de otros bienes de consumo, la diferencia entre una silla ergonómica de 1000 USD y otra de 1000 USD se reduce a "un poco más de comodidad", y esa sutil sensación es difícil de cuantificar.
Cuando el valor práctico de las sillas ergonómicas se torna casi místico, surgen naturalmente las preguntas sobre si se trata de un "impuesto a la inteligencia" (una estafa para los incautos). Gastar 1000 dólares en una silla y que los dolores persistan, además de que ahora tu bolsillo también sufre.
Los jóvenes, con sus "viejas" espaldas, sostienen un nuevo mercado
Tienes 20 años, pero tu cuello se siente como de 50 y tu espalda grita de 60. Tu carrera aún no despega, pero tu cuello y tu espalda sí. La columna vertebral de los trabajadores sostiene la economía y, además, impulsa la creación de multitud de negocios especializados.
Para la mayoría, pasar más tiempo sentados que durmiendo es más difícil, y las largas horas pegados a una silla se han convertido en la nueva normalidad de la oficina. El informe "China Workplace Sedentary Behavior White Book" revela que el 46% de las personas pasan más de 10 horas al día sentadas, el 58,6% permanecen en la misma silla durante más de una hora seguida y el 39,3% superan los 90 minutos.
Si no incorporas algo de movimiento durante esos periodos sentado, y luego te desplomas en casa para jugar videojuegos o navegar sin parar por internet, esos hábitos sedentarios se acumulan y generan verdaderos problemas de salud.
La encuesta del informe revela que: el 48% sospecha que padece el "síndrome del sedentarismo"; el 74% piensa que estar sentado durante largos periodos perjudica gravemente la salud y acorta la vida; más del 77,6% afirma que el trabajo les deja cansados, sedentarios y con una salud delicada, y el 41,7% señala que afecta a su productividad.
Las estadísticas del "Anuario de Estadísticas de Salud de China" destacan que los casos hospitalarios por hernia de disco lumbar aumentaron de 159.000 en 2010 a 556.000 en 2020. Los datos del Hospital Zhongda de la Universidad del Sudeste muestran que los casos en adolescentes en 2019-2020 igualaron el total de los cinco años anteriores combinados.
Para la mayoría de las personas afectadas, los riesgos del sedentarismo se acumulan sigilosamente, como una rana que se cuece a fuego lento; cuando uno se da cuenta, revertir la situación es difícil. El aumento de casos en 2020 está relacionado con el auge del teletrabajo, lo que demuestra la rapidez con la que estos problemas pueden surgir.
Las dolencias de la vejez afectan a los jóvenes: incluso los cuerpos en buena forma física flaquean, con hormigueo ciático desde los glúteos hasta los dedos de los pies, dolor de cuello punzante en el cerebro y un rendimiento laboral mermado.
Lo cierto es que los humanos no estamos preparados para estar sentados durante maratones.
Desde el punto de vista evolutivo, mantenerse erguido significa mantener la espalda recta. La columna vertebral, situada en el centro del cuerpo, sostiene el torso, impulsa el movimiento, canaliza los nervios y protege los órganos.
En la dura competencia de la naturaleza, el lema olímpico refleja el progreso humano: más rápido, más alto, más fuerte. Pero la evolución no nos preparó para el verdadero obstáculo: permanecer sentados sin movernos durante 8 horas.
La columna vertebral tiene 26 vértebras: 7 en el cuello, 12 en el tórax, 5 en la zona lumbar, además del sacro y el coxis. Entre ellas se encuentran discos amortiguadores, con vasos sanguíneos, nervios y músculos que conectan las articulaciones para un movimiento fluido.
Una buena postura al sentarse sigue la regla de los "tres 90": pies planos en el suelo, ángulo de 90 grados entre muslos y pantorrillas, muslos y zona lumbar, y brazos y antebrazos. La columna vertebral debe mantener su curvatura natural en forma de S. ¿Pero mantenerla? Difícil, ya que los músculos centrales necesitan trabajar constantemente; si te concentras en las tareas, caerás en malos hábitos.
Mayor presión, carga desigual: eso es lo que desencadena los problemas relacionados con el sedentarismo.
Comparar con estar de pie (presión del disco a 100): Acostarse la reduce a 25, sentarse correctamente llega a 145, inclinarse hacia adelante aumenta a 185 y cargar objetos pesados se dispara a 275.
Los discos intervertebrales tienen un núcleo elástico que absorbe los impactos y una cubierta resistente que les aporta fuerza. Al caminar, sentarse, correr o saltar, el disco amortigua todo. Una postura correcta permite que el núcleo absorba el impacto y lo distribuya.
Pero si uno se encorva, inclina la cabeza o cruza las piernas, la presión se desplaza hacia los bordes. Si esto se mantiene a largo plazo, el desgaste desigual puede provocar problemas cervicales, dolores de espalda, hernias discales o escoliosis.
Incluso una postura perfecta durante más de 4 horas sin descansos puede bloquear el flujo sanguíneo en los glúteos, sobrecargar los músculos y dejarte agotado.
Los jóvenes preocupados por su salud buscan soluciones para sus dolores, lo que ha provocado un auge en la venta de dispositivos como wearables para el seguimiento de la actividad física, correctores de postura (¿recuerdan aquellos correctores de espalda de la infancia?), kits de masaje con tracción y acupuntura, soportes para portátiles, escritorios ajustables y sillas ergonómicas.
Para los dolores de cabeza, cuida tu cabeza; para el dolor de espalda, tu espalda. Una silla cómoda es fundamental para los trabajadores. Con millones de dólares en juego, las sillas ergonómicas se han convertido en una industria multimillonaria.
Según datos de Bezies Consulting, en 2022 el mercado mundial de sillas de oficina ergonómicas alcanzó los 8.690 millones de dólares, de los cuales 3.619 millones correspondieron a China. Se prevé que crezca un 4,11% anual, alcanzando los 12.312 millones de dólares a nivel mundial en 2028.
Esas jóvenes y doloridas espaldas apenas pueden sostener este nuevo y pujante sector.
Los profesionales imponen sus elecciones, los novatos se pierden entre tantas opciones.
Las sillas ergonómicas son una novedad, pero ¿la ergonomía? Eso ya es historia.
La ingeniería humana (o ergonomía) se centra en la eficiencia laboral. Consiste en diseñar herramientas que se adapten a nuestros cuerpos de forma natural, reduciendo las curvas de aprendizaje y la fatiga para un uso prolongado.
Piensa en los asientos de los aviones de combate que inspiraron las sillas ergonómicas —para que los pilotos se mantuvieran alerta durante horas—. Ahora la "batalla" se libra en los cubículos. Las sillas para esports, una variante, comenzaron como asientos de carreras, pero ahora se utilizan en escritorios en lugar de pistas.
El objetivo: Reducir la fatiga durante largos periodos sentado aliviando la tensión muscular estática. Estas sillas imitan las curvas naturales de la columna vertebral con asientos, reposacabezas, brazos, respaldos, soporte lumbar y reposapiés ajustables, brindando apoyo al cuello, la espalda, la cintura y los glúteos para una postura saludable de la columna.
En pocas palabras, ayudan a mantener una buena postura, distribuyen la presión y suavizan los efectos negativos de estar sentado.
La ola de teletrabajo de 2020 catapultó las sillas ergonómicas a la cima de las tendencias en asientos de oficina. Esto se debió al aumento de las preocupaciones por la salud derivadas del sedentarismo y a las nuevas necesidades que generan las oficinas en casa.
Las grandes rebajas atraen la atención... y las dudas. En redes sociales y reseñas de compras, una queja común es que "las sillas ergonómicas son un impuesto al coeficiente intelectual".
¿El problema? Son caras. Las sillas de estilo clásico cuestan cientos de euros, pero las ergonómicas cuestan aún más, lo que ahuyenta a los compradores ocasionales.
"$100 USD on a regular chair? Fancy. $100 USD on an ergonomic one? Send it back."
Los fanáticos más acérrimos dicen que los modelos de menos de 150 dólares no justifican las expectativas en cuanto a comodidad. Las altas expectativas generan grandes expectativas, y todavía no hay lugar para lo barato. Si no se cumplen, se siente como una estafa.
En plataformas como Zhihu, Xiaohongshu y Weibo, las conversaciones sobre el "impuesto al coeficiente intelectual" se convierten en enormes campañas de venta. Aún no existe una marca líder; las publicaciones sobre "educación" incluyen promociones de forma encubierta, lo que dificulta distinguir la verdad de la exageración.
En 1976, el gigante estadounidense del mueble, Herman Miller, lanzó la silla Ergon, dando inicio a la era de las sillas ergonómicas de oficina. Ahora es la "Hermes de las sillas de oficina", otrora símbolo de estatus para gigantes de Silicon Valley como Apple y Google. ¿Su precio? No es para todos los bolsillos, pero sirve de modelo para quienes se inician en el sector.
Las marcas chinas se dividen en tres grupos: fabricantes de muebles tradicionales como Yongyi, empresas de domótica como Sihoo y marcas más recientes como la silla IVYCO. Incluso dentro de una misma marca, los precios varían enormemente.
Lo peor es que los productos se parecen, pero las diferencias en características y tacto no son obvias, a diferencia de lo que ocurre con los teléfonos de gama baja y alta. Todas las marcas promocionan las mismas ventajas; los influencers se vuelven místicos con la idea de que "más caro es más cómodo".
¿Tiempo dedicado a comparar o dinero malgastado en compras a ciegas? Ambos alimentan el mito del "impuesto al coeficiente intelectual".
Sillas más baratas, mayor riesgo fiscal
Las sillas ergonómicas alcanzan precios elevados gracias a su diseño inteligente.
Antes del auge, las sillas de oficina se vendían principalmente a empresas (B2B). ¿El mercado de sillas en general? Formaba parte del mobiliario para el hogar, se vendían junto con escritorios y se centraban en la estética.
La ergonomía lo transformó en un sistema con mucha tecnología, lo que disparó los costes.
Las sillas tradicionales tenían costes fijos de diseño, fabricación, almacenamiento, envío y venta. ¿Ergonomía? Aún se está trabajando en el diseño, los materiales, la producción y el marketing, lo que incrementa los precios.
Incluso con planos, no todas las fábricas logran crear una silla cómoda para la mayoría de las personas. Un solo tamaño no se adapta a todas las espaldas; el diseño requiere datos de diversos tipos de cuerpo, combinando ergonomía, mecánica y biología.
Criterios clave: Materiales, soporte, adaptabilidad, comodidad.
La magia de que "a mayor precio, mayor comodidad" reside en el soporte; sin él, no es más que un taburete. Diferentes alturas, complexiones y posturas requieren ajustes precisos para adaptarse a ellas.
Primera regla postural: Pies planos en el suelo, muslos a 90° con respecto a las pantorrillas. Requiere ajuste de altura y profundidad/soporte del asiento.
El asiento debe cubrir dos tercios de los muslos, manteniendo un ángulo de 90° entre el muslo y el torso, y con la inclinación correcta entre el asiento y el soporte lumbar. El soporte lumbar debe apoyarse en las vértebras 3 a 5, distribuyendo el peso hacia la silla y aliviando la carga en la espalda.
Reposacabezas en las vértebras cervicales 3-7, con movimientos multiángulo para giros de cabeza.
Reposabrazos diseñados para que los brazos cuelguen de forma natural, evitando encogimientos de hombros, posturas encorvadas y molestias en los hombros.
Los materiales marcan la diferencia: espuma densa, malla para mayor sujeción, comodidad y durabilidad; un ajuste que abraza sin presionar venas ni nervios. La altura y la inclinación requieren bases y pistones sólidos; los de alta calidad se deslizan suavemente, sin sacudidas al inclinarse.
¿Añadir extras inteligentes como elevador automático, masaje y altavoces? Los costes aumentan.
La inversión inicial en I+D limita los precios asequibles. Al igual que con las computadoras, los teléfonos y los automóviles, la alta inversión inicial requiere tiempo para equilibrar los costos y los precios.
Así que, aún no hay estrategias de valor. Incluso las imitaciones por debajo de los 100 USD parecen caras en un mercado poco informado; los defectos se magnifican. Es mejor buscar márgenes de beneficio altos y construir marcas que participar en guerras de precios de gama baja.
En TideSight New Consumption, consideramos que las sillas ergonómicas ofrecen una excelente relación calidad-precio: son muy útiles, tienen pocas alternativas y no representan un gasto excesivo. De hecho, las más baratas suelen acabar vendiéndose en plataformas de reventa. Consejo: Pruébalas antes de comprarlas, ya que la comodidad es fundamental.
En cuanto a la competencia, las marcas siguen apostando por la narrativa: Herman Miller hace alarde de su prestigio en Silicon Valley para transmitir una imagen de lujo. Otras destacan las horas dedicadas al diseño, colaboran con otras empresas o patrocinan deportes electrónicos para ganar popularidad.
Las ganancias también se extienden a los canales de distribución. Un informe financiero señala: Una silla Aeron de $2000 en Tmall. Las compras al por mayor pueden conseguirla a menos de la mitad de precio, alrededor de $1000 o más.
Abre algunos manuales y descubre un dato curioso: Fabricadas en Foshan, ciudad de Guangdong, China, hogar del condado de Foshan, conocido como la "Ciudad de las Sillas". Un dicho local reza: "De cada tres sillas fabricadas en China, una es de Foshan. De cada dos que se exportan, una es de aquí".
Este centro de fabricación de sillas siente la ola de mejoras ergonómicas: de fabricantes de equipos originales (OEM) económicos a marcas propias, de guerras de precios a batallas entre marcas. Es la historia de toda la industria.
China sigue siendo el principal fabricante mundial de sillas de oficina, con aproximadamente el 30% de la producción. Además, es el segundo mercado de consumo más grande después de Estados Unidos, con un enorme potencial de crecimiento.
Gracias a la gran cantidad de usuarios, los jóvenes que priorizan la salud de su columna vertebral están impulsando este nuevo sector. Al igual que otros nichos del bienestar, como herramienta preventiva, su valor necesita tiempo para demostrarse, y demasiados factores dificultan su evaluación precisa.
Pero los jóvenes trabajadores no van a renunciar ni a quedarse de brazos cruzados por miedo al dolor de espalda. Esa es la confianza que tienen las marcas para lanzarse a la piscina.